jueves, 2 de febrero de 2012

Pies dentro

Un pie dentro y otro fuera.


Ése es mi puerperio ahora.


Si te abrazo profunda desde dentro 
y te siento en mi vientre y en mi alma;
si dejo que mi piel -sensual y sexual-
se funda con tu piel -sensual y sexual- 
en un contacto íntimo y pulsional
que nos licúa de táctil placer extático, 
si permito que el corazón se expanda
y abarque tu infinito e inasible ser diminuto;
me sumerjo en un oceáno de sensaciones,
me atrae una insoslayable fuerza de gravedad,
densa y acuosa,
que me arrastra hacia abajo, hacia abajo, 
hacia adentro, hacia adentro,
me deslizo en un vertiginoso tobogán
que me sume en abisales posos de mí misma,
me dejo llevar por esta ola que me inmersa
y deshace límites
y me rinde y abdica
y me linfa y me envuelve
y me vuelve agua,
y me vuelve leche,
dulce, suave, golosa, tierna...
Nutricia...


Si todo esto permito, soy feliz...
Grande, redonda, blanda,
tierna, mullida, gordota...
Como algodón de azúcar...


Sin embargo, otras veces,
mamá se coloca en su cabeza
y me desconecto del cuerpo y mis sensaciones:
dejo de oír con mi oído canino,
dejo de oler con mi olfato de loba,
dejo de ver con mis ojos de águila,
dejo de palpar con mi piel de delfín,
dejo de saborear con mi lengua glotona.
Y, desde la mente,
desde la obligación que me impongo de afuera,
me alejo de ti y de todo lo que me enseñas...
Pierdo la posibilidad de autoconocimiento que me brindas
y entro en frenética actividad exterior.
Enojada,
doblemente enfadada
porque pierdo tu sintonía
y porque no llego a lo de afuera,
a lo de arriba...


¡Cuánto miedo a dejarme arrastrar!
¡Cuántas posibilidades perdidas
al cabo del día!
¡Cuántas mujeres entre dos mundos:
anhelando su fusión,
su incondicional entrega,
su desbordamiento de vísceras,
de sangre, lágrimas y leche,
-la trinitaria fuente inmemorial de vida-  
en medio de un exigente mundo patriarcal...!
¡Cuánta puérpera negada, humillada, 
vencida y ajada por las apisonadoras de la realidad material capitalista 
y por las desbrozadoras internas de la claudicación!
¡Cuánto desamparo bebé-mamá 
por las exigencias y autoexigencias sociales y personales!
¡Cuánta esencia dividida!
¡Cuántos pies dentro y cuántos pies fuera!


Pero yo digo ¡basta!, Uma,
no voy a permitir que nos separen,
me niego a vivir en mi cabeza cuando estés a mi lado,
pongo a salvo y resguardo nuestro vínculo,
acoto límites,
construyo zanjas donde escondernos, 
alzo muros para protegernos...
no de nada ni de nadie
-eso ya lo hace papá-,
lo hago, Hija, para defendernos
de mi propio deseo de huir
para no enfrentarme a quién soy
para no encarar quién eres...
Para tener la suficiente valentía,
el suficiente arrojo y coraje,
para permanecer, para ser,
para estar, sin hacer,
para ser Presencia y Mirada
y Teta y Consuelo
y Abrazo y Sostén.
Y Amor sin Anhelo
sólo con Realidad...


Para Amarte, Uma,
para intentar corresponderte ese Amor tuyo que intuyo en tu mirada
-tus ojos que me ven perfecta
cuando yo desaprendí verme de esa manera-,
que percibo en tu sonrisa,
en la pura alegría de verme cada mañana,
en tus balbuceantes intentos de comunicarte,
en tu voz aguda y tus salivantes sílabas,
en tu ira cuando algo no es Ya y Ahora
-bendita criatura que sólo vive en Presente-,
en tu necesidad y tu demanda,
en tu transparente honestidad,
en tu ímpetu, en tu vitalidad,
en tu claridad e inocencia,
en tu auténtica esencia divina,
Hija de mi alma,
Ser hermoso de mi vida y de mi corazón.


Te amo, te amo porque me has dado lo más grande que jamás me han ofrecido.
Te amo porque tu existencia me hace sentir digna de la mía 
y me hace amarme, Uma, y eso es incomparable.
Te amo, mi amor.


Los dos pies dentro.


Éste es mi puerperio Hoy.

3 comentarios:

  1. Gracias por compartir este bonito post conmigo! Enhorabuena por el blog. Me pasaré para leerte! Y te espero por Papás e hijos 2.0

    ResponderEliminar
  2. Aran, como siempre, increible! Ademas dejame decirte que creo que todas nos hemos sentido asi alguna vez, con un pie dentro y otro fuera, yo al menos si.
    Gracias por recordarme que tener los 2 pies dentro no es facil pero si es lo mejor que podemos hacer para nuestras bebas y nosotras mismas.
    Te quiero negra!
    Tengo muchas ganas de conocer a Uma! Besitos familia!

    ResponderEliminar
  3. Hola Aranzazu, sólo paso a conocer tu blog y a saludarte.
    Te dejo un abrazo,
    Elena

    ResponderEliminar